GRACIAS

Señor, te doy gracias porque entre tantas me has elegido a mi. 
Sé que por mi profesión estoy totalmente consagrada a tu servicio y soy tu esposa para siempre. 
Como tu Madre, soy virgen. Pero como ella siento latir en mi la maternidad espiritual, sobre muchas almas. 
Señor, que pase mi vida haciendo el bien. Que cada día sepa bordar, con generosa entrega, un bello tapiz de oración y de trabajo, como la Virgen supo hacerlo en su retiro de Nazaret. 
Por eso le digo: Gracias te doy, ¡oh Madre! Por la vocación recibida; dame la gracia de ser a ella fiel toda mi vida
.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LECTIO DIVINA PARA ADOLESCENTES

EL OFICIO DIVINO

¿QUIÉNES SOMOS?